La familia de Gimy José Chapman Peñaloza desde ya empieza a prepararse para recibirlo luego de que esta tarde el juez decidiera precluir la investigación que se llevaba en su contra en la que se indicaba que sería el presunto autor intelectual del crimen de la pequeña María José Ortega Ballesta, de 6 años de edad, quien fue encontrada muerta en un arroyo en el sector de Caribe Verde, en el suroccidente de Barranquilla, el pasado 19 de mayo.

“La Fiscalía 38 de la Unidad de Vida en el día de hoy solicitó ante el Juez 11 Penal del Circuito la preclusión de la investigación en favor de Gimy José Chapman Peñaloza y pidió la libertad, la cual fue ordenada en base a lo dice la Fiscalía que no es posible demostrar la responsabilidad de mi representado”, expresó Jorge Imitola, abogado del ahora absuelto.

El defensor indicó que el sobrino del hombre mintió  en la declaración  cuando dijo que su tío le había ordenado matar a la niña y más bien lo vinculó al caso para vengarse porque le tenía rabia. 

“No se pudo establecer que el móvil que decía el menor de edad, que lo acusaba y que es su sobrino. Nunca se pudo justificar que en verdad era por dinero. En cierta forma la madre y la abuela de la niña confirmaron que nunca ha habido una mala relación con mi representado y que nunca hubo préstamo entre ellos y se reafirmó la versión de que Gimy  y su sobrino tenían una mala relación, lo que originó a lo mejor es que el joven hiciera una venganza para poder decir que él había ordenado la muerte de la menor”, indicó.

De igual manera, se logró demostrar que el adolescente, quien confesó que mató a la niña, se contradijo en la manera de cómo la asesinó. 

“También se logró ratificar que el menor decía algunas mentiras como que él ahogó a la niña en un jagüey y al llegar el dictamen de Medicina Legal se logra establecer que la niña no murió por ahogamiento como él decía que la niña le suplicaba que no la ahogara. La menor falleció por asfixia mecánica”, dijo Imitola.

El abogado indicó que colaboró en todo momento a la investigación de la Fiscalía para que esta solicitara la preclusión de la misma. 

“La labor investigativa de la Fiscalía en esta ocasión fue muy buena. Estuvimos colaborando con ella para que tomara las versiones y las entrevistas, y pudiera ratificar en todo momento que la primera versión que había rendido el menor era totalmente inverosímil”, puntualizó.